domingo, 17 de enero de 2010

Chocolate


Historia del chocolate:

Hace 2500 años el cacao ya era cultivado por los mayas. Los aztecas aprendieron de la cultura maya el cultivo y uso del cacao. Con el cacao se hizo una bebida aromática; era considerado como un reconstituyente que daba fuerza y despertaba el apetito sexual.

Las semillas del cacao durante un tiempo fueron utilizadas durante un tiempo como monedas de cambio. Esta costumbre se utilizo hasta pasada la colonización.

Con la colonización de América se empiezan a introducir en Europa numerosos alimentos americanos que más tarde han llegado a ser alimentos imprescindibles para su dieta. En la Edad Moderna el Cacao pasó desapercibido aunque en el siglo XVI se empieza a conocer la bebediza hecha a base de cacao, que es lo que se conoce como chocolate.

El chocolate estuvo restringido a la élite aristocrática, pero con el paso del tiempo se le fue conociendo como estimulante.


El chocolate se hacía moldeando los granos de cacao tostados que producía una pasta aceitosa, oscura y amarga que es el chocolate puro. Más tarde se licua por calor y se edulcora con miel. Los europeos sustituyeron la miel por azúcar.

Después de conocer un poco la historia del chocolate podemos decir que el chocolate ha estado presente en nuestra sociedad desde hace mucho tiempo. Ha tenido distintas formas ya que al principio se consumía como una bebida y más tarde se comenzó a comer como un alimento sólido y compacto.

Usos del chocolate:

El chocolate tiene diversos usos entre nosotros (las personas) y uno de esos usos es la chocolaterapia que es un tratamiento pensado para el disfrute personal. Sus efectos son a dos niveles endorfírico y sensorial. Tiene propiedades hidratantes y nutritivas para la piel. A largo plazo es un tratamiento drenante y anti-celulítico.

Con la chocolaterapia podemos reconfortar el cuerpo ya que retrasa en envejecimiento de la piel, dejándola suave y tersa.

Esta terapia actúa sobre el sistema nervioso como antidepresivo y anti-ansiedad gracias a la cafeína, a los polifenoles, a la teobromina. Además estimula la euforia gracias a la felimetilamina.



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